El planeta del amor… con corazón infernal
Venus debe su nombre a la diosa romana del amor y la
belleza. A simple vista, parece merecer ese título: es el objeto más brillante
en el cielo después del Sol y la Luna. Pero si alguien pudiera aterrizar allí
(algo altamente improbable), descubriría que bajo esa apariencia serena se
esconde uno de los entornos más extremos y peligrosos del sistema solar.
Un infierno bajo
nubes de ácido
Venus tiene una atmósfera tan densa y opresiva que la
presión en su superficie es más de 90 veces la terrestre —equivalente a
estar a 1 km bajo el agua en la Tierra. Pero eso no es todo: la temperatura
media en su superficie supera los 460°C, ¡más caliente que un horno!
Curiosamente, Venus es más caliente que Mercurio, el
planeta más cercano al Sol, debido al efecto invernadero descontrolado
provocado por su atmósfera rica en dióxido de carbono. Además, sus nubes están
compuestas de ácido sulfúrico... lo cual no ayuda si uno tenía en mente unas
vacaciones espaciales.
¿La hermana perdida de la Tierra?
A pesar de su naturaleza hostil, Venus ha sido considerado
el "planeta hermano" de la Tierra. Tiene un tamaño y una
composición muy similares, y durante siglos los astrónomos se preguntaron si
podría haber vida allí. Algunos incluso imaginaban selvas y océanos escondidos
tras sus nubes opacas.
Sin embargo, las sondas espaciales que lo visitaron e
n el
siglo XX revelaron una verdad muy distinta: un mundo completamente
inhabitable, pero que quizás una vez fue más parecido a la Tierra... y
perdió el equilibrio.
El planeta que gira al revés (y lentamente)
Venus es también un planeta de rarezas: gira en sentido
contrario al de casi todos los demás planetas, y lo hace tan lentamente que
un día en Venus (243 días terrestres) es más largo que su año (225 días
terrestres). En otras palabras, si vivieras allí, podrías ver el Sol salir
por el oeste... muy lentamente.
¿Un nuevo interés para la ciencia (y la ciencia ficción)?
En los últimos años, Venus ha vuelto a captar la atención de
los científicos. En 2020 se anunció la posible detección de fosfina en
su atmósfera superior, un compuesto que en la Tierra está asociado con la vida.
Aunque ese hallazgo sigue siendo debatido, encendió de nuevo la curiosidad por
este planeta.
Y claro, Venus también ha sido protagonista de múltiples
obras de ciencia ficción: desde civilizaciones ocultas hasta historias de naves
que sobrevuelan sus nubes infernales.
El lucero que sigue deslumbrando
Si miras al cielo justo después del atardecer o antes del
amanecer, lo verás: ese punto brillante que se roba el espectáculo. Es Venus,
eterno y brillante, desafiando lo que creemos saber sobre los planetas y
recordándonos que lo hermoso también puede ser inquietante.
Venus nos enseña que el universo no siempre es lo que
parece. Que bajo la luz más bella puede esconderse el calor más feroz. Y que
incluso los planetas pueden tener un pasado secreto que vale la pena descubrir.
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