En este mundo lleno de misterios, hay cosas que te hacen levantar una ceja, otras que te hacen dudar... y luego están las de Jaime Maussan, que directamente te hacen soltar la carcajada.
Sí, hablo del periodista mexicano que lleva décadas
anunciando visitas extraterrestres como quien anuncia la llegada del panadero.
Cada tanto aparece en televisión o en el Congreso (¡porque sí, ya hasta lo
llevaron al Congreso mexicano!) con una nueva “evidencia irrefutable” de que
los aliens están entre nosotros. Aunque, a decir verdad, parecen más bien
salidos de una piñata mal hecha.
Las momias de Nazca (y
de cartón piedra)
Su última joyita: dos momias “no humanas” supuestamente
encontradas en Perú. Según Maussan, son seres extraterrestres de mil años de
antigüedad. Según científicos, son un collage de huesos de animales y partes
rearmadas. En resumen, más falsos que abrazo de político en campaña.
¿Y sabes qué? Tienen razón en que no son humanos. Pero,
perdón, eso no las convierte automáticamente en alienígenas. También los restos
de una iguana, un mono o una comadreja son “no humanos”, y no por eso vienen de
Saturno. Decir que “no es humano = alien” es como decir que, si algo no es
sopa, entonces es avión. Así de lógica va la cosa.
El verdadero contacto:
con la taquilla
Porque claro, todo esto no es gratis. Hay conferencias,
suscripciones, libros, y merch con caritas grises y ojotes negros. Esto ya no
es ufología, es ufonegocio. Y Maussan no es un científico, es un
showman. Ha hecho de lo paranormal un producto, y lo vende bien. ¿Quién
necesita evidencia sólida cuando puedes vender misterio con voz grave y música
dramática?
Y si algún científico se atreve a decir “esto no tiene
sentido”, ahí viene la carta mágica: “nos ocultan la verdad”. Más vieja
que la receta del mole. Pero efectiva, porque si la gente quiere creer, creerá.
El verdadero misterio:
¿por qué seguimos cayendo?
Ojo, no digo que no existan los extraterrestres. El
universo es inmenso y la ciencia no descarta nada. Pero si algún día llegan, no
creo que se presenten disfrazados de muñecos de feria. Ni que necesiten que
Maussan les haga relaciones públicas.
La búsqueda de vida inteligente allá afuera es una labor
seria, con telescopios, sondas y cerebros brillantes detrás. No con figuras de
yeso ni conferencias en salones de hotel.
Conclusión: con chile, pero
también con cabeza
Esto no va solo de extraterrestres. Va de cómo consumimos
la información, de cómo preferimos una buena historia a una verdad aburrida. Y
va también de negocios disfrazados de revelaciones cósmicas.
Jaime Maussan no encontró a los aliens. Pero sí encontró
algo mucho más rentable: nuestra fascinación por lo desconocido.
Así que la próxima vez que te muestren un “ser no humano”
con cara de galleta alienígena, recuerda: también las comadrejas, los lagartos
y los tlacuaches son “no humanos”. Pero eso no les da visa galáctica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario